martes, 8 de marzo de 2011

Moulin Rouge: mucho más que un cabaret.

Quizás os esperábais la continuación de la historia de la chica madrileña, pero, mientras voy ideando cómo continuará...

Esta vez voy a hablaros de algo que me encanta: ver películas, eso sí, no películas cualquiera, sino películas que realmente merecen la pena.
Puede sonaros a algo típico, sin embargo yo quería recomendaros una de mis preferidas: Moulin Rouge.

El pasado sábado no tenía planes por la noche, así que pensé en verla una vez más en mi vida. Solo os digo que alguien conocido estuvo durante toda la película diciendo: "Es que es la pera esta película...", no digo más, ya se dará por aludida la persona.
A lo mejor pensáis... ya está: chico conoce a chica, se enamoran y fin. Aunque, en este caso no es así del todo, pues es sobre la historia de Christian (Ewan McGregor), un chico que está completamente obsesionado con el amor y que llega a la romántica París buscando trabajo.
El caso es que él nunca había estado enamorado hasta que, una noche en el Moulin Rouge, ve a Satine (Nicole Kidman), que es la estrella del cabaret.
A partir del mismo momento en el que cruzan sus miradas, sienten una gran atracción el uno por el otro.


Ewan McGregor encarna a Christian
 Christian conseguirá trabajo como escritor de una obra de teatro que será representada en el Moulin Rouge y que tendrá a Satine como protagonista.

Pero no todo es felicidad, ya que su romance tendrá numerosas complicaciones, pues el principal financiero de la obra se encapricha de la chica y se vuelve loco de celos.
Mientras tanto, los jóvenes amantes intentan por todos los medios continuar con su historia en secreto.
El resto de la historia la descubrís vosotros mismos...
 
Nicole Kidman en Moulin Rouge



Podríamos decir que son unos Romeo y Julieta ambientados en un París bohemio, en el que se defendían los ideales de Verdad, Libertad, Belleza y, por encima de todo, el AMOR.
Además hay que añadir que la película nos ofrece un gran repertorio de canciones y números musicales muy conocidos por todos.
Pero, sin duda, para mí la canción más impresionante del film es Come what may, con la que los protagonistas esconden su amor.


A pesar de que la película sea del 2001, nunca está de más volver atrás para ver, para mi gusto, una de las grandes obras maestras del cine musical.


La verdad es que, parece que fue ayer, pero hace ya dos años, en junio del 2009 fui a París por tercera vez en mi vida. Eso sí, era la primera vez que iba con uso de razón, pues las otras veces había estado eclipsada por la magia de Disneyland Paris. Fui con mi grupo de francés del colegio. La profesora nos enseñó París a la perfección y, me acuerdo de que, cuando dijimos de ir a ver el Moulin Rouge (por fuera!) a mi me hacía mucha ilusión.
Vi el Moulin Rouge y, aunque todo el mundo dice que no es gran cosa, a mí me pareció que, simplemente, había sido uno de los escenarios de una de mis películas preferidas, había sido el escenario de una película con la que había llorado la primera vez que mi padre me la puso.  
Come what may


Paz Olivares.

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