Hay veces que el momento más esperado de tu vida llega. O bueno, no el más esperado, pero sí uno de los más esperados. Os resumo el mío.
Hace unos años, cuando empecé a estudiar la carrera de Periodismo y Comunicación Audiovisual, me di cuenta de que una de las cosas que más me gustaba hacer en el mundo es escribir. Escribir lo que sea, a cualquier hora del día y en cualquier lugar. Esa es una de las razones por las que tanto me gusta usar el Twitter. Otra de las cosas que descubrí a lo largo del primer año de universidad fue que las revistas de moda y tendencias son mi fuerte. Me gusta leerlas y ver cómo escriben esas periodistas a las que tanto idolatro. En fin, lo que os contaba. ¿Sabéis lo que es llegar a un sitio en el que no conoces a nadie y en el que no sabes ni qué hacer? Pues bien, ese fue el comienzo del "momentazo de mi vida".
Un edificio desconocido, una recepcionista que te indica dónde ir, un montón de chicas hablando de maquillaje y ropa, y yo perdida en un mundo nuevo. Supongo que habéis visto El diablo viste de Prada. Os lo digo porque así fueron mis primeras horas del día, pero en lugar de ir en taxi por Nueva York, yo iba buscando un sitio para aparcar mi adorado Mini en Madrid.
-Primer piso, la puerta de la derecha.- dijo la amable recepcionista. Y así hice, subí las escaleras y entré en la puerta que me esperaba a mi derecha. La redacción de la revista Elle estaba ante mis ojos y yo sentía un cosquilleo en el estómago parecido al de enamoramiento. Me presentaron a las redactoras, jefas de sección, etc. Yo estaba un pelín alucinada, aunque decir pelín sea poco. Todo parecía en orden, pero llegó el instante en el que me senté en una mesa y tuve que esperar a que me dieran algo para hacer, aunque ese instante no llegara nunca. Yo miraba como un búho cotilla. Unas gritaban, otras escribían, otras hablaban de uñas y algunas colgaban y descolgaban el teléfono desesperadamente. Todo el mundo sabía su función, menos yo. De vez en cuando, me levantaba y preguntaba qué hacer, pero fueron bastantes las veces que me mandaban esperar.
Así que aquí estoy, desarrollando mi creatividad y escribiendo en mi querido blog desde la redacción de una revista de moda. En realidad, mi función aquí es desconocida, creo que incluso para las jefas. Pero yo soy feliz pensando que un día de estos me dirán que les ayude con algo súper importante. De momento, yo sigo aquí esperando a que me manden transcribir alguna que otra entrevista o algo por el estilo.
Ya veis que no ha sido un resumen, pero siempre me subo por las ramas y no puedo parar de detallar mi vida, aunque solo sean unas cuantas tonterías lo que cuento.
Paz Olivares.
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