Hace dos noches escribí el supuesto último post del año. Pero no podía dejarlo así. Hoy os escribo, aunque de forma distinta. Hoy escribo para alguien. Hoy le dedico esto a la persona que más tardó en nacer del año. Es día 31 de diciembre de 2013. Ha llegado el día más especial para ella, y no es por ser Nochevieja, no. Es porque hoy cumple sus 21.
Puede parecer muy triste, pero hoy es la primera vez que he podido felicitarla en persona después de tantos años de llamadas telefónicas. Puede parecer muy triste, sí, pero eso hace que el día de hoy sea aún más especial. Supongo que a muchos os importará un comino todo esto, pero bueno, es mi blog al fin y al cabo. Es que hoy quiero felicitar a una de las personas más importantes para mí en este planeta. Sí, es súper típico decirlo, pero en casos como este es verdad, y además una de esas verdades que son inamovibles.
Muchas veces han sido las que nos hemos dado consejos la una a la otra, y muchas veces han sido las que hemos interpretado los silencios la una de la otra a la perfección. No vivimos a poca distancia, pero al ser dos personas que tanto se quieren, hacemos todo lo posible por vernos, al menos, una vez a la semana. Muchas veces le he dicho que a una persona se la quiere por como es, con sus defectos y sus cualidades, pero sobre todo por las dos cosas juntas. De hecho, eso es lo que más me gusta de su forma de ser y lo que la hace tan única.
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"Otros tiempos" |
Sí, sus defectos. Es impuntual como ella solo sabe, despistada como nadie y, por supuesto, lenta como la tortuga que le regalé hace dos años y que a saber donde estará. Pero también está su lado de múltiples virtudes, su lado más dulce y su lado más "precavido". Todo el que la conoce sabe que es pesada, pero el que la conoce bien sabe que cuenta las historias con todo lujo de detalles, sin quedarse corta en nada. Todo el que la conoce sabe que de vez en cuando viaja a su mundo, pero los que la conocemos bien sabemos que cuando la necesitamos es capaz de bajar de su nube al instante. Todo el que la conoce sabe que no te cogerá el teléfono a la primera o que tardará en contestar los mensajes de whatsapp tres siglos, pero todos los que sabemos como es somos conscientes de que sabe escuchar y decir siempre la verdad, aunque sea algo que no quieres oír. Todo el que la conoce sabe que está como una cabra, pero todo el que la conoce de verdad sabe perfectamente que ella es prudente en el momento oportuno. Y, por supuesto, todos los que la conocemos bien sabemos que es una de esas personas difíciles de olvidar.
Hace algunos post escribí algo sobre la amistad. En ese algo que escribí aquel día se podía leer entre líneas el nombre de Ana Masiá. Y es que, como todos sabéis, ella es mi prima. Pero es que tengo la suerte de que comparto con ella genes y amistad. Estamos muy unidas y tengo por seguro que no vamos a dejar de estarlo. De hecho ¿cuánto hemos durado enfadadas? No llegó ni a una hora aquel mal rato.
Yo podría decir que por ella pongo la mano en el fuego y que sé que en cuanto yo esté pidiendo ayuda sin ni siquiera abrir la boca, me giraré y Ana estará ahí, como siempre ha estado. ¿Por qué? Supongo que porque me conoce como pocos. Bueno, no sé si habré escrito todo lo necesario para que esté a su nivel. Hoy ya llevas tres felicitaciones por mi parte. Una en persona a las doce, otra por whatsapp hace un rato (que, por supuesto, no lo has leído) y ahora esta. Y las que te quedan aún a lo largo del día. Que sí, que hoy estoy en Madrid por fin pasando tu cumpleaños contigo. El primero. Tus 21. Espero que te haya gustado todo el rollo que he contado y que, al menos, te haya hecho sonreír como tú te mereces.
Y sí, voy a despedirme con un simple y absurdo ALA ADIÓS que tanto te gusta decir. Miles de felicidades Ano Banano.
Paz Olivares.