martes, 4 de marzo de 2014

Sandra, en contra de la gravedad

Gravity ha sido la más premiada, pero ya os lo han contado en todos los sitios posibles. Y qué queréis que os diga, se lo merece. Durante unos cuantos años estudiando Comunicación Audiovisual he aprendido algo (menos mal), y es que si una película consigue que el espectador sienta lo que está sintiendo el actor, el film habrá triunfado. Pues es lo que sentí yo al verla. Agobio, tensión y soledad. Además en 3D, algo que, sin duda, os recomiendo para esta película. 

Por supuesto la gran estrella de la misma es Bullock. De hecho, el director mexicano Alfonso Cuarón hizo unas declaraciones en las que decía: "Todo lo que ha pasado esta noche es gracias a Sandra. Todo lo que hacíamos en la película era para honrar su actuación. Y lo cierto es que ni la magia ni la iluminación tienen sentido sin la aportación emocional que ella puso". No es que Gravity se caracterice por tener miles de intérpretes (que no los tiene), pero ella siempre brilla en la gran pantalla, sea o no sea la única actriz que aparezca. 

Sandra Bullock en "Gravity"
Su carrera cinematográfica comenzó en 1989 y, desde entonces, ha ido poco a poco escalando puestos por las cumbres de Hollywood. 


Destaca por su gran sentido del humor, tanto en la vida real como en la ficción. Nació un 26 de julio de 1964 y ya desde muy pequeña supo lo que era viajar de un lado para otro, pues acompañaba a su madre, que era cantante de ópera, a todos los coros en los que participaba. Las mudanzas tampoco resultaron extrañas en su vida. De Virginia a Washington D.C, y de allí a Carolina del Norte, que fue donde dio el primer paso en el cine al matricularse en la universidad para estudiar lo que había sido su gran sueño: ser actriz. 

Conocemos muchas películas suyas. Drama, mucha comedia y más comedia. Pero lo que más ha destacado en los últimos años ha sido su Oscar a Mejor Actriz en The Blind Side, estrenada a finales de 2009. 

Bullock en "The Blind Side"
Como ya os dije antes en Twitter, iba a dar mi veredicto sobre la mejor vestida de la pasada gala de los Oscar. Ella ha deslumbrado por su sencillez y estilo, una vez más. Ha ido en contra del color nude y se ha atrevido con un Alexander McQueen en escote corazón de color azul petróleo. ¿Joyas? Utilizó las justas y necesarias para el look, además de lucir un peinado ondulado de lo más "chic". Hago un repaso de sus looks de Oscar desde el año 2010. 

Oscar a la Mejor Actriz (2010)



Mujer de rojo en los Oscar 2011
Su llegada a la gala de 2012

2013
Deslumbra en 2014

Paz Olivares. 











lunes, 24 de febrero de 2014

"Vestir las joyas", una exposición reluciente


Esta vez no me ha sido posible escribir antes. Últimamente me resulta un poco difícil tener tiempo para vivir y trabajar a la vez, pero es lo que hay. Por supuesto, la semana de la moda se ha quedado fuera de mis planes esta temporada. Claro, ya os decía que estos días me ahogo en un vaso de agua y a veces no sé ni cómo sigo despierta a las nueve de la noche. But that´s life, ¿no? 

En este post reviviré un plan que hice según me desperté un día. Tenía que ir a una exposición para escribir una crónica, así que elegí algo distinto a lo que se suele hacer. Me gusta la pintura, pero nunca está de más probar algo nuevo. Así que, como la improvisación es uno de los mejores ingredientes de la vida, allí que fui: a ver joyas. 

Es verdad que la pasada semana terminaba la semana de la moda de Madrid. Cinco días de glamour y nuevas tendencias vestían la capital. La Mercedes-Benz Fashion Week es un evento que reúne a miles de amantes de la ropa. Sabemos que las pasarelas se llenan de focos que apuntan directamente a la alta costura, incluyendo prendas de todo tipo, pero hay algo que no tenemos en cuenta muy a menudo.

¿Cómo vestir nuestro cuello, nuestras muñecas, dedos u orejas? Una sola palabra nos aclara la respuesta a esta pregunta: joya. Como dijo Marylin Monroe en su día “Los diamantes son los mejores amigos de una mujer”. Los pequeños detalles como estos se nos escapan de las manos de vez en cuando y, a pesar de que estamos rodeados de grandes casas de joyería, nuestras miradas siempre se van a los últimos modelos que desfilan por las alfombras rojas de los festivales de cine o el estilo de las celebrities fuera de su ámbito profesional.

En Madrid tenemos muchos tesoros, y con estos me refiero a las grandes obras de arte que recogen nuestros museos. Aunque hay una pequeña galería que se encuentra en un rincón de Ciudad Universitaria que me sorprendió desde que crucé sus puertas. El Museo del Traje de Madrid y su exposición “Vestir las joyas. Modas y modelos” es uno de los planes más originales que pueden hacerse un sábado.

El ser humano ha tenido la joyería como atuendo desde el principio de los tiempos, y es que, incluso aquellos habitantes de las cavernas, adornaban sus cuerpos con abalorios de todo tipo de materiales. Según avanzaba, la sala relucía como si de el diamante más caro del mundo se tratara. Además, la poca iluminación hacía que las vitrinas fueran aún más brillantes y que aquellos complementos se convirtieran en los protagonistas de mi mañana. 


Cada momento histórico y cada lugar geográfico se veían reflejados a la perfección en la selección que los organizadores de la exposición habían hecho. Es cierto que las diferentes zonas del mundo se han caracterizado durante años por el estilo que sus gentes ha hecho suyo, aunque el tipo de sociedad que se genera en cada una de esas áreas del planeta es esencial para el desarrollo de ese estilo.

Las piezas de colección que posee el Museo del Traje salieron a relucir, y nunca mejor dicho, en una exposición que nos hace trasladarnos al pasado y poder ser testigos de los pasos que ha seguido en España el arte de hacer joyas, en el que se incluyen, por supuesto, las técnicas utilizadas en su elaboración, los materiales con los que han sido fabricadas, sus significados, su estética y la idea que le llevó al diseñador a crear ese tesoro.

Para terminar, os dejo con una nueva versión del mítico "Sparkling diamonds" de Marilyn Monroe. 


Paz Olivares. 

sábado, 8 de febrero de 2014

Un diario, una vieja ilusión

A veces se descubren cosas absurdas. Cosas que creemos que a todo el mundo les parecerán ridículas, pero que para nosotros son todo un mundo. Hace unos días mi madre me mandaba un correo electrónico con un enlace en el que tenía la opción de entrar y que, automáticamente, se creaba una especie de "diario" con el timeline de Twitter. 

Hoy, sábado noche sin plan alguno, el sofá me esperaba y el ordenador me ha estado acompañando un buen rato. Y ahora aquí estoy, con una película de fondo y contándoos un rollo enorme. Lo que quiero decir con todo esto es que los diarios son algo de "niñas", pero no tengo ninguna duda de que muchos de vosotros habéis escrito alguno en algún momento de vuestra vida. 

Y es que rememorar el pasado es, a veces, un jaleo para nuestro presente, pero si lo recordamos con optimismo, los recuerdos no tienen porqué atormentarnos. De hecho, me juego cualquier cosa a que muchos de todos los que en su día fuisteis capaces de llenar dos páginas de un diario, años después, un día que estabais ordenando la habitación, apareció como por arte de magia y os sacó varias sonrisas. 

Renée Zellweger en "El diario de Bridget Jones"

A los que nos gusta esto de escribir, aunque sea de cualquier tontuna, sabemos que las ideas se evaporan como las palabras salen de nuestra boca y no vuelven nunca. Sabemos que, cuando se tiene una idea, debe ser apuntada, por más estúpida que nos parezca. ¿Por qué? De las ideas más insignificantes, han salido las mejores del mundo. 

No sé si este consejo servirá de algo, pero reflejad en algún lugar todo lo que se os pase por la cabeza, ya sean las canciones que os gustan y que nunca descargáis, los títulos de libros y películas que nunca veis ni leéis, los restaurantes en los que nunca coméis o los planes que nunca hacéis. Y todo porque simplemente se nos olvida. Porque la memoria funciona, pero a veces esos pequeños detalles que podrían alegrarnos una aburrida tarde o que podrían hacernos recordar se nos van. La memoria suele ser hábil, pero todo se puede esfumar. 

Paz Olivares. 




miércoles, 29 de enero de 2014

Emociones africanas


No sé si estaréis al corriente, pero por si acaso. No sé si sabréis que Mario Casas ha sido el ganador de la categoría de Mejor Actor de Reparto por Las Brujas de Zugarramurdi en los Premios Feroz. No sé si sabréis que es uno de los actores revelación de nuestro país hoy en día. En fin, y no sé si estaréis al corriente, pero él va a protagonizar una de las películas más esperadas por miles de lectores. “Palmeras en la nieve”, así se llama el libro en el que se basará el guión del film. Una novela mágica y exótica que nos hace viajar a través del tiempo.

A mi me encanta leer, y en este post os presto esta "crítica" sobre un libro que me emocionó y que, aunque no sea la última novedad en las librerías, os recomiendo muchísimo para pasar lo que queda de tardes de invierno. 

“Me enamoré de ellos nada más verlos. Son… ¿cómo te diría? Simples y complejos, serenos y violentos, enigmáticos y transparentes. Como esta isla.” El amor a primera vista no solo se da entre personas o lugares, sino que las novelas también disponen de esa virtud. Así es el libro que se publicó hace un año y que ha llenado las horas libres de miles de personas en el mundo. Un best-seller que se ha ganado los corazones de aquellos que, como yo, comenzaron a leerlo y que no pudieron parar hasta la última línea.

Mario Casas protagonizará "Palmeras en la nieve"

Luz Gabás nos transporta desde las montañas del Valle de Benasque hasta las cálidas tierras de la isla de Fernando Poo. O como en la novela denomina a estos lugares, de Pasolobino a la finca Sampaka. “Palmeras en la nieve” se trata de una novela en la que se cuenta una historia ficticia en la época colonial de Guinea Ecuatorial. Es el año 1953 y Kilian se embarca en un viaje en el que vivirá millones de emociones y experiencias. Siguiendo los pasos de su padre y de su hermano Jacobo, llegará a la isla de Fernando Poo, un lugar exótico y seductor en el que se dedicará al cultivo del cacao.

Primera imagen del teaser de la película
La autora va entremezclando el día de hoy a través de la aparición de Clarence, la hija de Jacobo que un día encuentra una carta de los tiempos en los que su padre y su tío vivían en África, con la época en la que Guinea pertenecía a territorio español, un periodo de la historia poco conocido de nuestro país. Es, por lo tanto, una novela con flashbacks intermitentes que hacen que sea un relato de lo más emocionante. 

Es una historia que desde un principio te atrapa y de la que no puedes escapar fácilmente. Lo cierto es que el libro entre las manos de cualquiera que lo sostenga se podría comparar con la estancia del protagonista en la isla. Es decir, imposible despegarse de ambos. “-Mira, Kilian- dijo Jacobo-, estamos entrando en la bahía de Santa Isabel. ¡No te pierdas ningún detalle! –Un brillo especial iluminó sus ojos verdes- Te guste o no tu estancia aquí, te quedes dos o veinte años, odies o ames a la isla…, escucha bien lo que te voy a decir, jamás podrás borrar de tu mente esta estampa. ¡Jamás!” Con este extracto del libro comenzaba la andadura de Kilian en tierras guineanas.

Paz Olivares. 

miércoles, 22 de enero de 2014

El rival más débil

Ya era hora de escribir por aquí. Estos últimos días no he tenido mucho tiempo, la verdad. Pero ya he terminado los exámenes de la universidad, así que vuelvo a la carga una vez más. Al tener más tiempo libre, las series vuelven a mi vida. Como muchos sabéis, soy una fanática de la recopilación de frases. Vale, a veces me paso, pero a quien no le guste, que no mire o que no lea. Ahora es mi temporada de Revenge. Tranquilos, que no voy a ponerme a comentar la serie, solamente os dejo esto para que leáis y reflexionéis todo lo que queráis. 

"Se dice que los planes mejor diseñados, a menudo, fracasan. Porque por muy cuidadosa que sea su preparación, toda trama tiene un punto débil. Y siempre hay alguien que intenta explotarlo. El plan fracasa, y también su autor. Todo plan tiene un fallo fatal. A veces, residen los sentimientos, incluso en  quienes se supone que son más cuidadosos. Una gran cautela no siempre es garantía de éxito. Cuando un plan se levanta sobre cimientos inestables, el fracaso no es solo una posibilidad, sino que es una certeza."

Emily Vancamp protagoniza la serie"Revenge"

Y es que nos pasa a todos. Por mucho que nos esforcemos, por mucho que no queramos verlo, por mucho que lo intentemos, las debilidades están siempre ahí. Incluso le pasaba al mismísimo Aquiles. Mucha fuerza, mucho poder, pero el talón le ganó su última batalla. ¿Qué me decís, por ejemplo, del chocolate? Pensadlo. Es comida, pero es una tentación como otra cualquiera. Hay veces que nos hacemos promesas a nosotros mismos, pero miles son las ocasiones en las que nos vemos obligados a romperlas. Y todo nos pasa solamente por una cosa. Algo muy simple. Lo que tenemos todos dentro de ese órgano que siempre coloreamos de rojo. ¿Sentimientos? Esos mismos. Así que, muchas serán las situaciones en las que veremos que nuestra cabeza y nuestro corazón debaten. Y, aunque le deis cincuenta vueltas a las cosas, creedme, siempre gana el segundo. Y si no es a la primera, no os preocupéis, que no tardará en rebelarse él solito.

Paz Olivares. 






sábado, 11 de enero de 2014

Míster Maravilloso

Los mensajes de año nuevo ya pasaron, la Nochevieja quedó atrás hace unos cuantos días, ya le dimos la bienvenida al año que ha comenzado y todos los etcétera que se os ocurran. Por supuesto, todos hemos incumplido algún propósito que nos hicimos hace apenas una semana. La perfección no existe, así que era de esperar. 

Escribí dos días antes de fin de año. Escribí también el mismo día 31 de diciembre. Os conté cositas. Aunque, no sé ni cómo, se me pasó deciros algo más. Sinceramente, no sé cómo he sido capaz de olvidarlo. Un detalle así a mí no se me va de las manos. Parece mentira.

¿Alguna vez os ha regalado algo la persona que cumple años el mismo día de su cumpleaños? Pues sí, es raro. Es algo fuera de lo común, sí. En fin, hay cosas que solo pasan una vez en la vida. Llamadme exagerada, pero a mí me sorprendió mucho ese gesto. 

Vayamos al grano, si es que lo consigo. Bien, muchos sabréis (por no decir todos) quién es Mr. Wonderful. Y también conoceréis sus famosas frases impresas en todo tipo de objetos. Ese fue el regalazo. El libro "Cosas no aburridas para ser la mar de feliz" apareció entre mis manos la última tarde del año 2013. ¿Una señal? No sé si las señales existirán, pero yo quiero creer que ese simple detalle se ha convertido en mi amuleto para el año que acabamos de estrenar. 


De momento mi año no está siendo nada del otro mundo. Ya sabéis, exámenes y más exámenes. Me siento rodeada, pero, como todos los demás estáis igual, no me siento tan sola en ese aspecto. Este libro, que se lee en un minuto y medio, tiene las mejores frases que os podáis encontrar para subir el ánimo. Pero, sobre todo, en sus páginas están las mejores citas que imaginéis para querernos un poco más a nosotros mismos. Y es que tener la autoestima por las nubes no es fácil, aunque tampoco es complicado si aprendemos a valorarnos.

A mí me ha llamado la atención uno de los capítulos del señor Mr. Wonderful. Y os lo dejo por aquí para que os anime en estos días de estrés y miedos. 

"Dedícale más tiempo a lo que te hace realmente feliz. No seas muermo y pasa más tiempo con los tuyos. Ellos te lo agradecerán y tú te sentirás mucho mejor. Si en algún momento te sientes estresado y malhumorado, ponte una canción buenrollera y pégate unos buenos bailoteos. Fíjate metas y ve a por ellas. Cuesta llegar, pero la recompensa es dulce. Disfruta de tu tiempo libre con quien más te gusta estar. Si necesitas ayuda, pídela y déjate mimar. Si alguien necesita tu apoyo, no dudes en darlo todo. Llama a tus amigos de siempre y no olvides a dónde vas ni de dónde vienes. Aléjate de los malos rollos y concéntrate en vivir a tu manera. No te tomes la vida demasiado en serio y disfruta con lo que haces y con quien lo haces."

Pues lo dicho, desde ahora Míster Maravilloso está en mi mesilla y, en cuanto tengo un hueco, lo leo. Y, aunque me lo haya leído ya ochocientas veces, creedme, no aburre. 

Paz Olivares.