Durante las cortas vacaciones, unos se quedan en las ciudades y otros se van a paraísos perdidos. Unos prefieren no salir de las grandes tiendas y otros se lanzan a unos días apartados de todo. Aunque, por supuesto, vayamos donde vayamos, todos llevamos esa magia de la Navidad dentro, todos sabemos que, cuando llegan estos días de frío, se acerca un tiempo muy especial.
En estas fechas todos nos ponemos melancólicos, todos empezamos a reflexionar sobre nuestra vida, sobre lo que nos deparará el futuro, sobre nuestra felicidad y sobre nuestras penas. Todos empezamos a pensar qué haremos en fin de año y dónde iremos después de las uvas. Todos decoramos nuestras casas con lo típico: el árbol, las luces, un Papá Noel por aquí, un Portal de Belén por allá, una corona en la puerta, alguna que otra guirnalda y todo lo que se nos ocurra.
Se acerca la Nochevieja, se acerca el final de un año y el comienzo de otro. Y aquí es cuando empezamos a soñar, empezamos a pensar en lo que nos gustaría que nos pasara, en lo que no nos ha pasado durante el año que está a punto de terminar. Y hacemos el típico balance de todos los años: recordamos todo lo que hemos vivido, las personas a las que hemos conocido, las que nos han dejado huella, las que nos han decepcionado, los momentos inolvidables, los lugares que hemos visto, las risas, las lágrimas.
¿Con qué me quedo yo? Con muchas cosas. Me quedo con los largos días de playa con mis personas preferidas, me quedo con los momentos felices que he tenido, me quedo con los viajes que he hecho y que nunca olvidaré, me quedo con lugares a los que nunca había ido, me quedo con todos los planes que he hecho, con los que se han cumplido ya y con los que me quedan por hacer, pero, sobre todo, me quedo con todo lo que he aprendido, con todas las cosas que he descubierto y de las que me he dado cuenta durante este 2011.
Muchos dicen que este 2012 será el último año de nuestras vidas, pero yo me limito a pensar en que lo voy a pasar igual que los demás, disfrutando cada momento, cada palabra que diga, cada canción que cante, cada historia que escriba, cada suspiro que suelte, cada risa que me salga, cada paso que dé.
Muchas gracias a todos los que habéis hecho que este año haya sido clave y que será, sin duda, inolvidable. Pase lo que pase, siempre me voy a acordar de una frase que leí hace poco: "No te arrepientas de nada de lo que has hecho, porque lo que has hecho era lo que querías en ese momento". Haced lo que queráis, haced lo que os digan vuestros impulsos y no os arrepintáis de nada.
Feliz Navidad.
Paz Olivares.
miércoles, 28 de diciembre de 2011
lunes, 26 de septiembre de 2011
Y ahí estábamos: en medio del desierto
![]() |
Las Vegas Night |
Al haber viajado desde Madrid hasta la Costa Oeste de Estados Unidos, no podíamos limitarnos a Los Ángeles. Merecía la pena ir a un lugar único, un lugar que, aunque no está en el estado de California, se tardaba solamente una hora de avión.
Concretamente, la ciudad a la que nos dirigíamos se encuentra en el estado de Nevada. No podíamos dejar de ir a la ciudad de los excesos, la ciudad de la fiesta, la ciudad de los casinos. Sí, exacto, estoy hablando de Las Vegas.
Era el día. Todos estábamos ansiosos por conocer una de las ciudades más famosas del mundo. Pues bien, cogimos un avión Los Ángeles- Las Vegas por la mañana. Durante el vuelo, apenas les dio tiempo a las azafatas a sacar el carrito de las bebidas. La razón por la cual no pudimos tomarnos algo fueron las turbulencias (que yo sigo pensando que se debieron a los nervios que tenía el piloto solo de pensar en el destino al que se dirigía). Tomamos tierra y lo primero que vimos fueron los hoteles enormes a lo lejos. Según bajamos del avión, ya había máquinas tragaperras en el mismo aeropuerto.
Góndola en el Hotel "The Venezian" |
Calor, muchísimo calor, se nos pegaba la ropa. En realidad, es una paradoja porque ¿quién se imagina que en pleno desierto va a encontrarse con una ciudad impresionante, llena de hoteles, vida nocturna y luces? Pues sí, allí había como 50 grados, y sin exagerar. Pero entramos al hotel y teníamos para elegir entre siete piscinas. Cada uno de los hoteles tenía una temática: París, Venecia, Nueva York, Egipto, etc. Cada uno también tenía sus peculiaridades: la torre Eiffel, canales de agua con góndolas en medio del hotel, una montaña rusa gigantesca, esfinges, volcanes, lanzaderas y todo lo que podáis imaginar. A lo que iba, nuestro hotel era el Caesars Palace, con la temática de Roma. Allí entrabas y te encontrabas con el Coliseo, la Fontana Di Trevi,... vamos.. como si no hubieras salido de Europa.
Pero no pudimos ir a la piscina, porque tampoco pudimos rechazar ir al que dicen que es el mejor Outlet de todo el país. ¿Quién iba a perderse eso? Yo no, desde luego. Volvimos al hotel como si no hubiéramos comprado en nuestra vida. Nos pusimos nuestro modelito de noche y a la calle. Creo que a partir de ese momento abrí la boca y no la volví a cerrar hasta que me metí en la cama horas después. Gente, gente, espectáculos, gente, gente, música, diversión, gente, más gente, limusinas, luces que se ven a kilómetros, y, por último, más gente. Nunca en mi vida he visto tantas personas por todas partes. Allí no tienes que estar pensando dónde ir para salir por la noche, NO, allí sales a la calle y la fiesta está de tu parte, la fiesta está asegurada.
Podría contar millones de cosas más, pero todo lo que os he dicho es lo que más me impactó y con lo que me quedo. Desde luego, Las Vegas es como siempre lo había imaginado. Una ciudad a la que volveré cuando tenga 21 años, una ciudad a la que le he prometido que volvería seguro. Así que, ya sabéis, si algún día queréis ir, contad conmigo y con algunos más que estuvieron y que también prometieron volver.
Paz Olivares.
domingo, 25 de septiembre de 2011
¿En qué momento nos pusieron esa película?
Voy a empezar por el final esta vez. Lo hago porque quiero que sepáis a la conclusión a la que llegamos el tercer día de nuestra estancia en California. La conclusión fue una palabra a la que recurrimos durante el resto del viaje. Es una palabra que todos conocíamos pero que nunca usábamos. Aunque os parezca extraña, la palabra es "Polainas".
![]() |
Playa de "La Jolla" |
Y ahora hagamos un flashback. Ese día nos dirigíamos a San Diego, una ciudad situada en la costa del Pacífico y que está a unas tres horas de Los Ángeles (en autobús). Como ya os dije, en este viaje éramos 32 personas de la misma familia. Solo tenéis que imaginar a la parte de atrás de ese autobús, todos primos, todos locos y todos riendo a carcajadas. Bien, sigamos con San Diego. Nuestra primera parada del trayecto fue la playa de La Jolla, un sitio en el que, aunque no lo creáis, la gente se baña en el mar con focas, leones marinos y bichos varios. Sí, yo también pienso que es un asco y que nunca lo haría pero, en fin... gente rara.
Hotel Coronado |
Después de esa parada, nos llevaron hacia el Hotel del Coronado. Si habéis visto la película "Con faldas y a lo loco" sabréis a qué hotel me refiero. Y aquí es donde empieza la conclusión a la que llegamos ese día. Cuando volvíamos a Los Ángeles otra vez, en las televisiones nos pusieron "Con faldas y a lo loco", de Marylin Monroe. La parte de atrás del autobús estuvimos demasiado atentos a una película que no habíamos visto en nuestra vida. Demasiado raro que estuviéramos atentos a una en blanco y negro. Pero había una razón: Polainas y las risas que vinieron después de escuchar esa palabra. La versión de la película estaba doblada en mexicano y, de ahí que el mafioso se llamase Polainas. Desde el momento que terminó, la parte de atrás del autobús se volvió completamente loca, entre imitaciones (todas de Polainas) y entre risas y risas.
Me he reído mucho en toda mi vida, pero puede que ese haya sido uno de esos momentos en los que no puedes más porque te duele tanto la mandíbula que no puedes ni hablar. Solo os aconsejo que, si veis esa película, lo hagáis en la versión mexicana. Y no solo por lo que ya os he contado, sino porque pasaréis un buen rato. Aunque sea en blanco y negro, es divertida y completamente ABSURDA.
Paz Olivares.
lunes, 19 de septiembre de 2011
Primera parada: Los Ángeles
Ya ha pasado bastante tiempo desde la última vez que me pasé por aquí, pero es que he tenido un verano bastante movidito. Hoy he vuelto para escribir sobre todo lo que he hecho durante tantos días. Quizá muchos de vosotros hayáis comprobado que, cuando alguien habla de Los Ángeles, no lo hace tirando cohetes precisamente. Todo el mundo piensa que es una simple ciudad llena de edificios, palmeras, famosos y poco más. Ante todo, tenemos que tener en cuenta que es la segunda ciudad más grande de Estados Unidos, así que algo de importancia tiene solo por eso.
Hay que ir allí para darse cuenta de que es una ciudad impresionante; que ha sido el escenario de miles de películas y series; que es el lugar donde está Rodeo Drive, o sea, la famosa calle de las tiendas carísimas en las que compró Pretty Woman; el Griffith Park, desde el que se puede ver toda la ciudad mientras contemplas el cartel de Hollywood; Beverly Hills, uno de los barrios más famosos del mundo. También tenemos el Paseo de la Fama, en el que te puedes encontrar a cualquier persona, como me pasó a mi, que me encontré con Cayetano Rivera y Eva González, y en el que está el Teatro Kodak. Y por supuesto, no me voy a olvidar de contaros que tienes que tirarte al suelo y pelearte por hacerte una foto con la estrella del mismísimo Michael Jackson.
Walk of Fame |
Universal Studios |
Paz Olivares.
Etiquetas:
beverly hills,
california; viaje california,
COMOPAZENELAGUA PAZ OLIVARES,
griffith park,
hollywood,
los angeles,
rodeo drive,
santa monica,
universal studios,
walk of fame
miércoles, 27 de julio de 2011
California Dreamin'
Una maleta hay abierta encima de mi cama. Creía que nunca llegaba el día en que tenía que pensar qué meter en ella. No mucha ropa, porque allí donde vamos hay que irse de compras. Algo muy importante hay que meter, algo que una persona me recordó ayer: el mono de peluche que nos compramos las dos igual cuando nos fuimos a Inglaterra hace tres años. El mono viajero que ya ha estado en Londres y en Pennsylvania.
Pero esta vez tenemos otro destino: un lugar lleno de estrellas de cine, un lugar bañado por el Océano Pacífico, un lugar con sol, calor y playas, un lugar cercano al desierto, el lugar en el que nació el surf. Un lugar que tiene en sus colinas un famoso letrero. Un lugar en el que cualquier chica se puede sentir como Pretty Woman paseando por la famosa calle Rodeo Drive, un lugar donde ponerte unas gafas de sol enormes e imaginar que eres un famoso.
13 horas de vuelo hay en el trayecto Madrid- Los Ángeles. Esa es nuestra primera parada: L.A. Son 15 días de viaje. Seremos 32 personas. Estoy segura de que será un viaje LEGENDARIO e INOLVIDABLE. También estoy absolutamente convencida de que no va a decepcionar.
Eso sí, espero no poder abandonar el blog durante estas dos semanas, espero que haya ordenador en los hoteles y poder escribir desde allí para contaros día a día las excursiones que vamos haciendo y, algo esencialmente importante, todo lo que me voy comprando en tiendas como Abercrombie & Fitch, Hollister, Nasty Gal, Victoria´s Secret, Aeropostale, American Eagle, etc. Espero daros a todos mucha envidia y que os animéis a visitar alguna vez la Costa Oeste porque, como dice Katy Perry: "you could travel the world but nothing comes close to the Golden Coast".
Paz Olivares.
Etiquetas:
california gurls katy perry,
california;,
COMOPAZENELAGUA PAZ OLIVARES,
COMOPAZENELAGUA PAZOLIVARES,
costa oeste,
hollywood,
los angeles,
oceano pacifico.,
san francisco
viernes, 8 de julio de 2011
El destino dirá.
Muchas veces me he parado a pensar. Muchas de esas veces me he parado a pensar acerca del destino. ¿Y por qué el destino? Supongo que porque es una palabra misteriosa, que me intriga y que me atrae. Hay muchos que también se han sentido atraídos por esa misma palabrita. Pero también hay muchos que dicen que no creen en él. Yo tengo que decir que sí creo en el destino, creo que todo lo que nos pasa sucede por algo.
Nada ocurre por casualidad. Incluso he llegado a pensar que las peores cosas pasan porque otras buenas tienen que pasar a raíz de ellas. A mi me ha pasado. Ha tenido que pasar lo peor para que me de cuenta de lo que en realidad tengo. Puede que si algo malo no hubiera pasado, yo nunca hubiera conocido a las personas que hoy conozco y que son tan importantes.
Todos hemos nacido para algo, todos estamos aquí por algo. Algunos ya habrán encontrado esas razones por las que están en este mundo, pero también hay personas como yo que, por más que busquen y busquen, no las encuentran. Pero supongo que no las encontramos por eso mismo: porque buscamos demasiado. Vamos a dejar de buscar y vamos a dejarnos llevar. Todos formamos parte de una historia, cada uno de nosotros somos los protagonistas de nuestro propio cuento. Somos protagonistas y autores a la vez, vamos actuando y vamos escribiendo. Las decisiones que vamos tomando, las personas que vamos conociendo van marcando nuestro destino. Yo también creo que cada decisión, por insignificante que parezca, es importante para definir nuestro camino.
Cada uno tenemos un destino y el tiempo es el único que lo sabe todo. Como se suele decir: "el tiempo pone a cada uno en su sitio". Por ejemplo, si dos personas están destinadas a encontrarse, se encontrarán pase lo que pase. Y todas esas cosas que se apartan de nuestras vidas, volverán si tienen que volver, pero si tienen que quedarse fuera, allí se quedarán. No hay más: déjate llevar y nunca fuerces tu destino. Lo que tenga que pasar, pasará, por mucho que intentes impedirlo.
Paz Olivares.
sábado, 21 de mayo de 2011
“Nueva York: donde los sueños se cumplen”
Habré escrito noticias, relatos, cuentos, reportajes, artículos de opinión, pero nunca se me había ocurrido parame a escribir sobre una fotografía. Siempre que he visto una foto, he recordado el momento o el viaje, pero en esta ocasión, va a ser una experiencia diferente.
Todos los que hayan tenido la oportunidad de ir a la ciudad de los sueños, estarán de acuerdo con las siguientes líneas.
Un gran contraste, de hecho, una maravillosa comparación. El verde del parque combinado con la altura de los rascacielos. Podemos pensar también en una enorme contaminación en esta ciudad, sin embargo, todo lo que la gran manzana tiene, compensa perfectamente todos sus inconvenientes.
Edificios, parques, gentes, ruidos, taxis amarillos, culturas, olores, colores, negocios, moda, magia, cine, luces. Puede que a muchos no les atraigan estas palabras, pero solo hay un lugar en el mundo que las recoge todas ellas en una sola frase: Nueva York. Ha sido el escenario de muchas películas, de muchos eventos, y lo seguirá siendo para siempre. Muchos cantantes han dedicado canciones a sus calles y a sus noches. Uno de los grandes de la música la describió con esta frase: La ciudad que nunca duerme.
Lo mejor que te puede pasar al llegar allí es que sea de noche. Coges un taxi y suena en la radio “Empire State of mind”, de Alicia Keys. Entonces aparece ante ti la ciudad, la ciudad de los sueños. Y ese es el momento en el que te asombras. Te quedas perplejo con esa majestuosidad que ha sido construida por el hombre. Nunca habías imaginado ese momento de esa forma. Piensas: solo en las películas pasan estas cosas. Pero sí, en ese momento estás viviendo tu propia película. Ese es un momento único, es un instante que no vas a olvidar nunca, es el momento en el que la ciudad te envuelve. Manhattan con su Empire State, con su edificio Chrysler, el inmenso Hudson, los carteles de Times Square. Sin duda, desde ese mismo segundo estás siendo el protagonista de una de las tantas historias que ha visto esa metrópoli. Nunca te has sentido igual, nunca habías imaginado que podías tener música de fondo.
Un lugar único. Un lugar al que a una persona le gustaría ir mil veces. Yo lo descubrí hace dos años e iría en cada oportunidad que tuviera. Para mí, es uno de los lugares más especiales y más maravillosos de este mundo. Es una ciudad que admiro, es un sitio en el que me perdería para siempre.
Como dicen muchos “If I can make it here, I can make it anywhere”. Todos somos dueños de nuestros sueños y todos podemos hacerlos realidad en cualquier rincón del mundo. Eso sí, si los podemos hacer realidad en Nueva York, podremos conseguirlo en cualquier otra parte.
Paz Olivares.
miércoles, 27 de abril de 2011
El diablo se viste de Custo

En fin, sigo adelante y veo a la típica recepcionista que no deja de sonreír ni de contestar al teléfono durante todo el día.
-Buenos días, soy Alicia Riveiro, la nueva...- no me deja terminar la frase.
-Ah, sí, claro, eres la nueva creativa-.
-Sí, ¿podría decirme dónde está el despacho del Sr. Arroyo?
-Mire, tiene que subir en el ascensor hasta la tercera planta y de frente encontrará una puerta de cristal. Es ahí.
-Muy bien, muchas gracias.
Llego a la tercera planta y al fondo veo la puerta. Una pequeña placa: Jaume Arroyo, Director de Recursos Humanos. Llamo y entro.
-Hola, buenos días. Soy Alicia...- otro que me interrumpe.
-Sí, sí. Ya sé quién eres. Te he visto en la foto del currículum. Siéntate, por favor.
Me siento, pero no cruzo las piernas... lo mismo tenía que salir corriendo de aquel lugar en el que la gente parecía antipática y maleducada. Pienso: tranquila Ali, todo va a ir bien, no te pongas nerviosa.
-Bueno, Riveiro, te enseño tu despacho y empiezas-.
-Sí, por supuesto. Empiezo cuando me diga-.
De repente, entra alguien por la puerta. Es un chico. No puedo evitar mirarle de arriba a abajo. Guapo. Rubio, ojos color miel. Viste de sport. Típico adicto al trabajo. Me sonríe. Me saluda con dos besos y se presenta: Guillermo Soler, Director Creativo. Conclusión: mi jefe. Segunda conclusión: intocable.
Me enseñan mi "despacho". Lo comparto con dos personas más. Un chico y una chica. Parecen simpáticos. Al menos no me interrumpen al hablar y me saludan. Ella es Anna y él es Carles. Son creativos, como yo. Me cuentan un poco cómo funciona la dinámica de la empresa y, lo más importante, cómo son los demás y las relaciones que hay entre ellos. Esto me va gustando más. Cotilleos y más cotilleos. Yo les pregunto por el jefe. Me dicen que es un poco interesado y que siempre consigue lo que quiere. Sale con la Directora Financiera, una tal Paula. Como era lógico: intocable.
Ha sido un día duro para mis nervios. Pero, al final todo ha ido más o menos bien. He conocido a dos personas encantadoras que me han prometido enseñarme Barcelona a la perfección. Por ahora, solamente tengo que preocuparme de comprarme algo más de ropa y de volver a ver a Pablo.
Paz Olivares.
lunes, 28 de marzo de 2011
FUTMI: EL FÚTBOL TAMBIÉN ES 2.0
El pasado día 14 de marzo, todos los alumnos de Escritura para los medios de comunicación II de la Universidad CEU San Pablo fuimos testigos de una gran presentación.
Se trataba de una conferencia acerca de Futmi: la red social de fútbol. Lo más impactante fue que descubrimos que eran tres chicos de 21 años los que habían ideado este proyecto. Ellos son Jaime Aznar, Víctor Rodado y Pablo Ramos.
Todo empezó en el año 2007, cuando estos tres chicos estaban en 1º de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Antes de empezar con el proyecto, eran ya un equipo. Comenzaron a darse cuenta de que, al no tener ningún tipo de práctica en su facultad, tenían que hacer algo para acercarse al mundo profesional. Lo único que hicieron fue tener iniciativa propia.
Su primera idea fue que todo lo que esté relacionado con el fútbol, esté concentrado en una sola URL. Nos aseguraron que la información que utilizan es oficial, de hecho eso es lo que les diferencia del resto. La ambición y la ilusión fue lo que les impulsó a ver hechos sus sueños realidad: lo que les unía era una gran amistad y una pasión por el periodismo deportivo.
Es una página Web que reúne todas las condiciones para ser una de las redes de fútbol más visitadas de los próximos años: se puede comentar, compartir fotos, vídeos, podcasts,... De hecho, tienen pensado crear una red de bloggers de fútbol, e incluso se está poniendo en marcha un concurso que también tiene muchas posibilidades de éxito.
Un verano entero y 22000 km les sirvieron para hacer grande su idea, pues tuvieron que convencer a 207 equipos de fútbol españoles para que les aprobaran el trabajo. El público que se metía a las redes sociales para hablar sobre este deporte era inmenso, pero no había nada en el mercado como futmi.com. Parece mentira pero, este trío de forofos construyeron un negocio y, lo que es más importante, una empresa en la que confluían amistad y ganas de superarse a sí mismos. Tres eran los elementos fundamentales que necesitaban para que Futmi fuera su realidad eran: una sociedad, es decir, necesitaban ser "algo legal" y consiguen convertirse en una Sociedad Limitada Nueva Empresa; necesitaban también dinero, que reúnen con un crédito ICO; y, por último, unos proveedores.
Después de todo lo que habían luchado, tenían que buscar un lugar de trabajo, que encuentran en una pequeña oficina en el centro de la capital; otra de las cosas primordiales era ir dando a conocer la red social, así que se deciden a crear un blog, en el que escribían todos los días una especie de "diario de a bordo". Eso sí, el bombazo fue cuando aparecieron en el programa de televisión Comando Actualidad, después del cual los espectadores se quedaron con la intriga. Si habían sido capaces de llegar a la pequeña pantalla, todo podía ser posible.

Después del gran día, lo que les tocaba era ponerse a trabajar en la Web. Según confirmaron, cometieron muchos errores en su primer mes de trabajo, pero encontraron una solución: la división en departamentos. Ahora Jaime Aznar se encarga del departamento de Desarrollo, Víctor Rodado del de Comunicación, y Pablo Ramos de los Contenidos.
Como conclusión, decir que una de las frases más emotivas y significativas de la conferencia fue: "Antes que compañeros y socios, somos amigos".
Paz Olivares.
martes, 22 de marzo de 2011
La primera impresión es la que cuenta.
Hasta ahora, recuerdo dos frapuccinos como el mejor y el peor que había bebido nunca. El peor me lo tomé hace unos años, en Londres. Era la segunda vez que iba a un Starbucks y ese verano había ido con mi prima Ana a pasar un mes en Inglaterra. Sí, las dos solas ante el peligro. Me acuerdo de que ese frapuccino tenía más cubitos de hielo que chocolate.
Pero, sin duda, si alguna vez me había bebido el mejor frapuccino, el que me estoy bebiendo ahora lo supera con creces.
Llevamos ya una hora sentados en el Starbucks de Las Ramblas.

- Lo siento, Alicia, pero tengo que irme ya-.
- ¿Tan pronto?-.
- Hombre, llevamos aquí una hora, por lo menos...-.
- Ah, pues se me ha pasado muy rápido- le digo con cara de sorpresa.
- Hasta luego, entonces-.
- Adiós...-.
Se levanta bruscamente y se marcha, a la vez que me tira un beso. Me ha dejado desconcertada y con cara de tonta. ¿Pero qué se ha creído? ¡Eso no se le hace a una chica que acabas de conocer! Le he notado que estaba algo distante en la conversación y ahora esto. Creo que lo voy a pasar por alto, pues apenas le conozco.
Es de noche ya y miro por la ventana del salón. Las estrellas me indican que mañana será otro día radiante, o al menos eso es lo que me gustaría en mi primer día de trabajo.
EuropaFM suena y oigo que Shakira me despierta con su Hips don´t lie. Como siempre, me quedo un buen rato mirando el armario a ver qué me pongo. Me parece que lo más apropiado para hoy será un traje de chaqueta, porque, como dice cierto personaje de una de mis series preferidas "Nothing suits me like a suit". Blasier negro, camisa blanca, falda negra justo por encima de las rodillas, pañuelo de TOUS en tonos rosas, medias a prueba de carreras y botines negros.

Pablo me había dicho que, en taxi, tardaría 10 minutos en llegar al trabajo. Pero yo creo que una no se puede fíar del tráfico, así que salgo una hora antes de casa. Por supuesto, ¿a quién le iba a pasar esto si no es a mí?. He tardado diez minutos.
No me puedo creer que en una de las ciudades más importantes y más grandes de España no haya casi tráfico. Increíble pero cierto.
Un café en el coffee shop de la esquina es la respuesta. Estoy temblando como un flan. Estoy tan nerviosa como en mi primer día de universidad. Aunque claro, el primer día de la universidad siempre tenía el consuelo de que nadie se conocía...
¿Qué me iba a encontrar en una empresa multinacional como esta? ¿Cómo serían mis compañeros? ¿Seríamos más que compañeros? ¿Tendría que trabajar mucho? ¿Causaría buena impresión? Media hora después, me levanto, me pinto los labios y cojo mi bolso. Ya estoy preparada para responderme a todas esas preguntas que me están volviendo loca.
Paz Olivares.
martes, 8 de marzo de 2011
Moulin Rouge: mucho más que un cabaret.
Quizás os esperábais la continuación de la historia de la chica madrileña, pero, mientras voy ideando cómo continuará...
Esta vez voy a hablaros de algo que me encanta: ver películas, eso sí, no películas cualquiera, sino películas que realmente merecen la pena.
Puede sonaros a algo típico, sin embargo yo quería recomendaros una de mis preferidas: Moulin Rouge.
El pasado sábado no tenía planes por la noche, así que pensé en verla una vez más en mi vida. Solo os digo que alguien conocido estuvo durante toda la película diciendo: "Es que es la pera esta película...", no digo más, ya se dará por aludida la persona.
A lo mejor pensáis... ya está: chico conoce a chica, se enamoran y fin. Aunque, en este caso no es así del todo, pues es sobre la historia de Christian (Ewan McGregor), un chico que está completamente obsesionado con el amor y que llega a la romántica París buscando trabajo.
El caso es que él nunca había estado enamorado hasta que, una noche en el Moulin Rouge, ve a Satine (Nicole Kidman), que es la estrella del cabaret.
A partir del mismo momento en el que cruzan sus miradas, sienten una gran atracción el uno por el otro.
Pero no todo es felicidad, ya que su romance tendrá numerosas complicaciones, pues el principal financiero de la obra se encapricha de la chica y se vuelve loco de celos.
Mientras tanto, los jóvenes amantes intentan por todos los medios continuar con su historia en secreto.
El resto de la historia la descubrís vosotros mismos...
Podríamos decir que son unos Romeo y Julieta ambientados en un París bohemio, en el que se defendían los ideales de Verdad, Libertad, Belleza y, por encima de todo, el AMOR.
Además hay que añadir que la película nos ofrece un gran repertorio de canciones y números musicales muy conocidos por todos.
Pero, sin duda, para mí la canción más impresionante del film es Come what may, con la que los protagonistas esconden su amor.
A pesar de que la película sea del 2001, nunca está de más volver atrás para ver, para mi gusto, una de las grandes obras maestras del cine musical.
La verdad es que, parece que fue ayer, pero hace ya dos años, en junio del 2009 fui a París por tercera vez en mi vida. Eso sí, era la primera vez que iba con uso de razón, pues las otras veces había estado eclipsada por la magia de Disneyland Paris. Fui con mi grupo de francés del colegio. La profesora nos enseñó París a la perfección y, me acuerdo de que, cuando dijimos de ir a ver el Moulin Rouge (por fuera!) a mi me hacía mucha ilusión.
Vi el Moulin Rouge y, aunque todo el mundo dice que no es gran cosa, a mí me pareció que, simplemente, había sido uno de los escenarios de una de mis películas preferidas, había sido el escenario de una película con la que había llorado la primera vez que mi padre me la puso.
Come what may
Paz Olivares.
martes, 1 de marzo de 2011
Historia de una madrileña.
Me pone muy nerviosa estar en el aeropuerto y ver que todo el mundo sabe perfectamente hacia dónde tiene que ir, pero yo siempre tardo bastante en situarme y en saber en qué mostrador tengo que sacar la tarjeta de embarque y facturar la maleta.
- Buenos días, quería saber dónde está el Puente Aéreo- pregunto con voz temblorosa a un guardia de seguridad.
- Siga recto y podrá ver un cartel a la derecha-.
- Gracias-.
- Qué tenga un buen día señorita-.
De repente, veo que me estoy sentando encima de un chico.
- ¡Lo siento, de verdad! ¡Qué vergüenza!-.
- No te preocupes, está todo bien-.
- Es que no te había visto, estoy un poco nerviosa-.
- Tranquila. ¿Es tu primer viaje en avión?-.
Soy demasiado patosa, la verdad es que había pasado más vergüenza en otras ocasiones, esto no había sido nada. Creo que me ha preguntado algo, pero no tengo ni idea de qué es. Estoy demasiado atontada mirándole a los ojos. Tiene unos ojos verdes preciosos y una sonrisa que hace que me tiemblen las piernas mucho más de lo que ya lo hacían por los nervios.
- Perdona, ¿qué decías?-.
- Solo te preguntaba si era un viaje por trabajo-.
- Oh, más o menos. La verdad es que me mudo allí por algún tiempo-.
- ¿De verdad? ¿Y conoces a alguien allí?-.
- No, no conozco absolutamente a nadie-.
- Bueno, pues si necesitas algo, no dudes en llamarme. Aquí tienes mi tarjeta-.
Se llama Pablo y es periodista. Nos despedimos y cada uno se va por su lado.
Después de una hora, el avión aterriza y me dirijo a recoger el equipaje. Me da la sensación de que todo va a ir bien, de hecho, tengo el presentimiento de que me voy a quedar en este lugar por bastante tiempo.
Levanto la vista un momento y veo varios letreros con el nombre del aeropuerto: El Prat.
Hace unos meses había alquilado un apartamento por Internet, así que cojo un taxi y le doy la dirección.
No me había imaginado que esta ciudad fuera así, es enorme y es un lugar que da al Mar Mediterráneo, es un lugar lleno de color y de vida.
Ya he llegado: Paseo de Gracia, número 18.
Supongo que la casera del piso me estará esperando arriba. Subo en el ascensor y llego al quinto. Llamo al timbre y me abre la puerta una mujer de unos cincuenta años muy bien vestida y con cara de pocos amigos.
- Buenos días, ¿eres Alicia, verdad?- me pregunta mientras me recibe en el hall.
- Sí, soy yo, encantada. Tiene una casa preciosa-.
- Vaya, gracias. Espero que estés cómoda. Al final, ¿qué trabajo te han ofrecido?-.
- Bueno, en el departamento de publicidad de Custo Barcelona-.
Aunque ya había trabajado en una agencia publicitaria en Madrid, apenas tenía experiencia en el mundo profesional, pues había salido de la universidad hacía solo dos años. Sin embargo, ahora que había perdido ese trabajo, me esperaba algo totalmente nuevo, un nuevo trabajo y una nueva vida en aquella ciudad maravillosa.
Al asomarme por el balcón tengo unas vistas impresionantes. Me dan ganas de recorrerme todas las calles de ese lugar desconocido. Pero, lo que tengo que hacer ahora es instalarme y empezar a familiarizarme con la ciudad, con sus gentes y, sobre todo, con el ambiente.

Pero hay tanta gente que empiezo a agobiarme, así que, al ver un Starbucks, entro. Cierro los ojos y, al oler el café y las magdalenas, me acuerdo de todas las tardes que he pasado en un Starbucks con mis amigas. Vuelvo a la realidad, aunque también vuelvo a ser torpe. No me puedo creer que acabe de chocarme con la misma sonrisa y los mismos ojos que hace unas horas. Es Pablo, el periodista que vestía de traje, el chico al que casi aplasto en el aeropuerto de Madrid- Barajas. Comenzamos a hablar y me invita a un frapuccino.
No solo estoy feliz de que el destino nos haya vuelto a juntar, sino de que también he podido estrenar mis gafas de sol en una ciudad donde el sol brilla más que nunca y en la que mi historia está a punto de comenzar.
Paz Olivares.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)